Nos encanta la ciudad: a pesar de su ritmo trepidante, de los gritos de nocturnos, de los atascos, de los cables, de las sirenas de los parques de bomberos, ambulancias y coches policía… A pesar incluso de la contaminación… la jungla de asfalto tiene un “je ne sais quoi” que nos hace enloquecer. Y de hecho parece que esto va a suceder en cualquier momento: sí, literalmente. Como contrapartida, tenemos los parques y sus árboles, las escapadas de fin de semana y el amor por la jardinería. Y por las plantas de exterior e interior. Sí: y no pienses que esta última pasión es poca cosa. Otorgar a las plantas un papel en tu vida diaria puede equilibrar de forma sustancial tu vida: no sólo porque te ayudará a relajarte a través de la meditación activa que implica su cuidado, sino también porque existen especies que pueden renovar tu espacio de trabajo y ayudarte en tus quehaceres. Y no sólo estéticamente, sino desde una perspectiva de “ambiente y salud”.

 Son muchos los espacios de trabajo conscientes de esta verdad científica. Un ejemplo que nos ha obnubilado por la naturaleza como protagonista de un espacio de trabajo es el de Second Home Lisboa, que con 12.000 metros cuadrados cuenta con más de 1000 plantas para reducir el estrés y mejorar la productividad. Aunque consideramos que quizá no haya que tomarse la cosa de las plantas tan a pecho (parece que en algún momento pueden aparecer Tarzán y Mowgli de sopetón), nos fascina el ambiente. Es observarlo y sentir los pulmones casi renovados, ¿no os pasa?

 No obstante, no te agobies, que ni Roma se construyó en un día ni pretendemos que transformes tu despacho o tu hogar en la Amazonia. Más bien, queremos darte algunas razones para que dejes hueco a estas silenciosas compañeras de trabajo ya que estamos seguros de que te harán sentirte bastante mejor. ¿Razones para contar con ellas? Te damos algunas (y con base científica, que no se diga):

1. Un ambiente de trabajo más productivo.

Hacer que tu oficina tenga ese componente vegetal, verde, selvático… puede ser mejor para tu negocio de lo que imaginas, ya que respirar aire limpio seguramente te hará sentir mejor. Además de esa sensación de bienestar “física”, está el ambiente de cuidado y mimo que se crea: Un estudio de las universidades de Exeter (Reino Unido), Cardiff (Gales) y Queensland (Australia). rebelaba que las oficinas decoradas con plantas puede incrementar en un 15% la productividad de los trabajadores, propiciando una atmósfera más motivadora y saludable. Obviamente hablamos de plantas vivas; así que deja el plástico a un lado y apuesta por desatar esa vena jardinera que todo hijo de vecino oculta.

2. Menos estrés.

Además de ayudarnos a que nos concentremos mejor, las plantas pueden hacer que nos sintamos más relajados (y es que un entorno bucólico no da para ataques de histerias o malos rollos). La tranquilidad también disminuye el cansancio y reduce el tiempo de recuperación, señala un estudio del profesor de la Universidad de Manchester, Sir Cary Cooper, psicólogo, experto en bienestar y estrés en el trabajo. Según las investigaciones del experto y su equipo, la luz natural, las plantas vivas, el agua y los espacios verdes interiores y exteriores incrementan la productividad y la creatividad.

3. Purifican el ambiente.

Su capacidad para purificar el aire es innegable así como para filtrar las partículas que habitualmente están en nuestro entorno y perjudican nuestra salud. ¿Cuáles son? Benceno, xileno, amoníaco, tricloroetileno y formaldehído son los contaminantes más comunes que las plantas pueden filtrar según la NASA. La recomendación es que al menos contemos con una planta por cada 10 metros cuadrados. Además, no todas las especies son igual de eficaces: el Pothos, el Espatifilo, la Palmera de bambú, la Lengua de tigre o Sansevieria, y el Árbol del Caucho o Ficus Robusta son los más eficaces para filtrar esos componentes.